Con las puertas y las ventanas cerradas, prendemos el atadito con un fósforo y comenzamos a pasar el humo por toda la casa: desde la esquina más alejada de la puerta de entrada. Llevamos el humo a todas las esquinas, desde arriba hacia abajo, ya que es donde más se acumula la energía negativa. Sahumá la cama, debajo de las mesas, dentro de los placares, allí donde la energía se estanca. A medida que se apague el atadito lo iremos prendiendo nuevamente, hasta terminar de recorrer toda la casa.
Durante este proceso podemos decir algún Mantra u oración que nos conecte con nuestra intención o simplemente intencionar con nuestras palabras y pedir ayuda a nuestros maestros y guías. También podemos acompañar con música de alta vibración.
Luego de recorrer toda la casa con el humo, abrimos puertas y ventanas dejando ventilar y que el humo se lleve todo lo que nos abruma y lo que no pertenece a la casa.
Por último agradecemos por este momento sagrado 🙏🏼.
Te recomiendo que al terminar de sahumar, te bañes o simplemente que laves muy bien tus manos para descargar toda la energía.